Por los castaños del Genal


PARAUTA-IGUALEJA
Por los castañares del Genal

Esta ruta puede hacerse tanto por el sendero PR-A222 como por el sendero PR-A226. En el primer caso, hay que hacer parte del recorrido sin indicaciones de ningún tipo. En el segundo caso el sendero está indicado. Nosotros hemos elegido el primer caso pues nuestra intención era hacer un recorrido circular (ida y vuelta por diferente sitio) pero la confusión en las direcciones de los carriles por falta de indicaciones y el hecho de que al caer la tarde acechaba mal tiempo y pronta oscuridad nos hicieron desistir de tal intención y solamente hicimos a pie el recorrido Parauta-Igualeja.
Si queréis acceder a una galería completa de fotos del recorrido pulsad en este enlace. Si queréis acceder al track de la ruta (he mantenido las equivocaciones que cometimos para ayudar a otros senderistas “despistados”), pulsad aquí. Si queréis acceder a este documento en formato pdf pulsad aquí.

POR EL SENDERO PR A-222
En Parauta buscamos la calle Salvador Márquez. Aquí empezamos la ruta siguiendo las indicaciones del sendero PR A-222 de Parauta a Cartajima, aunque no llegaremos a este último pueblo. Llama la atención “La Fuentezuela”, en la umbría del arroyo, pero visible desde el lugar de partida. Se accede a ella por una vereda situada a nuestra derecha. El sendero va descendiendo entre bosques de castaños. A nuestra derecha se ve el pueblo de Cartajima y el paraje de Los Riscos. También podemos observar los tajos del Moro del cancho Almola o Armola, y Jarastepar. Apenas recorridos 200 m encontramos a nuestra izquierda otra fuente, la fuente de Abajo, y un poco más abajo una bifurcación en la que tomaremos el sendero de la derecha. Nuestro próximo hito es un cruce donde tomaremos también el camino de la derecha. 


A media ladera nos encontramos un nuevo cruce y esta vez tomaremos el camino de la izquierda. En continua bajada nos vamos aproximando al valle donde confluyen los arroyos. Nos acercamos al arroyo del Nacimiento y en un recodo del camino, a la derecha, pasamos por las ruinas del Molino del Real, donde crecen algunos árboles frutales. A escasos metros vadearemos el arroyo Algorma (arroyo del Riachuelo en otros textos) que un poco más adelante confluye con el arroyo de los Granaos para formar el río del Nacimiento, afluente del Genal.


Llegamos a una bifurcación donde hay un pequeño huerto. Tendremos que girar a la izquierda, hacia Igualeja, pues a la derecha iríamos hacia Cartajima. Este es un sitio donde nos despistamos al principio pues no existen indicaciones. Un lugareño nos indicó que no sabía bien donde hay que retomar el sendero, que se ha perdió en sus primeros metros, así que seguimos un poco por el carril terrizo que ahora empieza a ascender hacia Cartajima y pronto nos dimos cuenta que teníamos que volver al cruce de los arroyos (las equivocaciones de la ruta van incluidas en el track que acompaña a este texto para evitar que otros senderistas puedan equivocarse pues a lo largo de la ruta nos encontramos con bastantes personas que iban totalmente despistadas).
De nuevo en los arroyos, y ahora siguiendo las instrucciones que nos dio otra persona, buscamos una senda que se encuentra al otro lado de los dos arroyos que nos encontramos ahora bajando. Hay que prestar atención pues la senda se ve bien pero puede pasar desapercibida ya que para encontrarla es necesario andar un poco paralelos al arroyo en la dirección de la corriente. Una vez que la veamos observaremos que nos lleva a la ladera de enfrente y hay que empezar a subir campo a través bajo el bosque de castaños. Como referencia tomamos una pequeña casa hacia dónde va a parar la senda. Una vez en la casa solamente hay que seguir por el sendero aunque podemos cortar por la ladera de vez en cuando sin perderlo de vista. La subida es empinada y llegamos por fin a la pista más ancha que hay que seguir hacia la izquierda.



Ya cerca de Igualeja se abre el paisaje y veremos las torretas de alta tensión. Pasamos algunos cruces en los que hay que prestar cuidado para no despistarse. Concretamente, cuando estemos bajo las torretas, hay que seguir el sendero hacia la izquierda (a la derecha también es posible ir hacia Igualeja pero puede haber más confusión; en el track he dejado grabada nuestra equivocación pues nos fuimos en un principio a la derecha). Seguimos el carril y pronto encontraremos una senda que sale a nuestra derecha señalada con dos hierros verticales y asfaltada en su comienzo. Hay que dejar de lado las restantes sendas que nos encontremos hasta llegar aquí. Tomamos esa senda descendente que va acercándonos a Igualeja pasando por numerosos huertos, casas de campo, corrales… Se va viendo Igualeja y los cerros de la Cruz y Cascajares detrás. Entramos por la calle La Tetona y nos encaminamos hacia el nacimiento del Genal.



Durante todo el trayecto hemos podido observar, además de los fantásticos castaños, durillos (Viburnum tinus), majuelos (Crataegus monogyna), zumaques (Rhus coriaria), madroños (Arbutus unedo), caquis (Dyospiros kaki), cuesco de lobo (Lycoperdum perlatum), etc.

Subida al Lucero o Raspón de los Moriscos

    
SUBIDA AL LUCERO O RASPÓN DE LOS MORISCOS

Se trata sin duda de una de las rutas más interesantes y espectaculares de la sierra de Almijara, en el límite entre Granada y Málaga. La galería completa de fotos de la ruta la podéis ver y descargar en este enlace.
Esta entrada del blog la podéis descargar completa con fotos incrustadas y en formato pdf en este enlace.

ACCESO: Lo mejor es ir al pueblo de Canillas de Albaida (Málaga) y justo al comienzo del pueblo viniendo desde Cómpeta, veremos a la derecha un carril asfaltado que indica “Ermita de Santa Ana”, “Carril de Circunvalación”, “Zona recreativa Fábrica de la Luz”.



ITINERARIO: El itinerario completo lo podéis ver y descargar en este enlace (con datos GPS de localización). Partiendo del mencionado carril asfaltado (hito 1, 575 m, N36 50.618 W3 59.082), que se inicia en el km 0 de la carretera A-7207, subimos hasta la Ermita de Santa Ana  dejándola a nuestras espaldas. Al frente, al lado de una fuente, veremos una bifurcación (hito 2, 627 m, N36 50.833 W3 59.094). El carril que asciende a la derecha lo dejaremos y tomaremos el que desciende a la izquierda que indica “Zona recreativa Fábrica de la Luz”. Seguiremos ese carril pero no habremos de llegar al área recreativa pues antes tomaremos otro carril, también asfaltado, que sube a la derecha y que está después de un cartel indicativo del Parque Natural (hito 3; 635 m; 1,8 km desde el inicio; N36 50.986 W3 58.478).
                         
Continuamos ascendiendo por este carril en buen estado hasta que, al llegar a una pronunciada curva a la derecha, veremos al frente un carril de tierra que se adentra en la sierra (hito 4; 700 m; 2,4 km desde el inicio; N36 50.945 W3 58.083). Este carril es el que hay que tomar pero está en mal estado por lo que no es aconsejable para vehículos bajos pues hay muchos baches y piedras sueltas, además de algunos pasos estrechos. Paradójicamente en su inicio hay un cartel que indica “Proyecto de mantenimiento de caminos en el Parque Natural…”. Lo seguiremos y a unos 3 km desde su comienzo encontraremos a nuestra izquierda la casa forestal Buenavista (hito 5; 878 m; 5,5 km desde el inicio; N36 51.435 W3 57.781). En esta zona es fácil hallar mármoles fuertemente meteorizados.
                         
El carril mejora algo pero no hay que ilusionarse pues pronto vuelve a empeorar y tendremos que sortear muchas rocas desprendidas por el camino, pequeños arroyos (secos o con agua) y baches.
Más adelante veremos a nuestra derecha una fuente con alberca que suele llevar agua (hito 6; 937 m; 7,2 km desde el inicio; N36 51.700 W3 57.399). El paisaje se vuelve agreste con numerosas formaciones de mármoles y vistas excepcionales a las cumbres vecinas. Aún falta un buen tramo hasta llegar a Puerto Blanquillo (hito 7; 1210 m; 12, 1 km desde el inicio; N36 52.127 W3 55.644). Su nombre quizás se deba al color blanquecino que domina el entorno debido a los mármoles astillados (milonitizados). Aquí dejaremos los vehículos y comenzaremos el camino a pie.
                         
Tramo a pie: En la misma curva del puerto sube el sendero (indicado con estaca y flecha de color blanco) entre mármoles grisáceos con vegetación de aulagas, lavandas, romeros, jaras, oréganos… es decir vegetación típicamente mediterránea. Queda a nuestra derecha el Cerro de los Frailes. En 1 km se supera un desnivel de 200 m llegando al Puerto de Cómpeta pero para llegar hasta aquí hay dos alternativas: nosotros hemos subido atravesando totalmente el pinar sin hacer caso de la señal que indica “A la cantera” (esta es la segunda alternativa y nuestra ruta de vuelta). Así pues subimos el pinar (resbaladizo por las acículas sueltas de los pinos) y llegamos a un cortafuego (hito 8; 1460 m; 13,3 km desde el inicio; N36 52.521 W3 55.378) donde es conveniente reposar un poco después de la fuerte subida y así contemplaremos mejor la montaña piramidal del Lucero, fácilmente reconocible por el refugio que hay en la cima, y las montañas de los alrededores, con unas vistas magníficas. La vista la estropea la enorme cantera que tenemos al frente, de mármoles denominados “blanco ibérico” aunque el nombre puede llevar a engaño pues su aspecto es veteado en negro, aunque blancos en su mayor parte. Son mármoles muy apreciados por su excelente calidad. La cantera se denomina “El Macho”.
       
Descendiendo un poco por el cortafuego en dirección a la cantera nos topamos con el cartel que indica “Puerto de Cómpeta” (hito 9; 1408 m; 13,5 km desde el inicio; N36 52.425 W3 55.341). Este es un importante paso de montaña que representa la división natural entre las sierras de Tejeda y Almijara y límite provincial entre Málaga (que abandonamos a partir de ahora) y Granada, donde nos adentramos ya. En las laderas de la cantera observaremos el relieve cortante de los mármoles. Bordeamos la cantera bajando hacia una casa donde guardan los instrumentos de trabajo de la cantera y siguiendo el carril descendente llegaremos muy pronto a un cruce de carriles. Hay que bajar por la derecha (indicado como 300 m al Puerto de Cómpeta y 750 m al sendero Raspón de los moriscos) y dejamos el carril de enfrente. Como el cartel indicador queda a las espaldas del senderista, hay que ir atentos y veremos a nuestra derecha unos buenos ejemplares de olmos justo donde hay que desviarse (hito 10; 1380 m; 13,8 km desde el inicio; N36 52.527 W3 55.214). Esta zona es fácilmente encharcable por lo que es normal que podáis ver alguna que otra charca llena de ranas y con lentejas de agua, rodeada de una exuberante vegetación a base de escaramujos y otras plantas hidrófilas.                          
                         
Descendemos por el carril unos 750 m y nos encontramos con un cartel del Parque Natural que nos indica el comienzo del sendero al Raspón de los Moriscos o Lucero (hito 11; 1330 m; 14,5 km desde el inicio; N36 52.493 W3 54.832). Cruzamos el arroyo y el sendero se estrecha. Entre repechones y tramos menos empinados va subiendo entre mármoles fuertemente astillados por la meteorización (milinitas), que originan en el terreno una arena parecida a la de la playa (arenas sacaroideas). Esta arena se vendía antiguamente para limpiar los utensilios de cocina.
                         
La senda sube por la ladera de los cerros de la Mota. Ya han desaparecido los frondosos pinares que veíamos en los alrededores de la cantera aunque en la zona alta de este tramo empiezan a aparecer ejemplares sueltos de pino resinero, acompañados de sabinas, rascaviejas, aulagas, tomillos, salvias… La subida es espectacular y al pasar un par de collados (hito 12; 1440 m; 15,2 km desde el inicio; N36 52.376 W3 54.384) y llegar al denominado Collado de la Mota (hito 13; 1530 m; 15,9 km desde el inicio; N36 52.126 W3 54.036) vemos en todo su esplendor la cumbre del Lucero, a la izquierda, y la del Lucerillo, a la derecha. Es una zona muy ventosa como reflejan las ramas de algunos árboles con el denominado “aspecto o efecto  bandera”. Desde aquí se observa el mar y el pantano Los Bermejales.
                        
El camino continua serpenteando por una ladera norte hasta llegar al último tramo que es el de mayor pendiente. La llegada a la cumbre del Lucero (hito 14; 1779 m; 17,3 km desde el inicio; N36 52.058 W3 53.424) es espectacular por las fantásticas vistas al mar y a los picos de la sierra Almijara. En lo alto hay un antiguo cuartelillo de la Guardia Civil en ruinas que parece que servía de vigilancia de los “maquis” que tenían en el cercano cerro del Cisne (al sur del Lucero) su refugio principal.

La vuelta la hacemos por el mismo camino pero en el Puerto de Cómpeta tomamos el carril del arroyo descendente y no el del cortafuego. Esta opción es algo más corta pero en el arroyo hay más pendiente que en el pinar que cruzamos esta mañana.
                         
Ya sólo nos queda hacer un descanso reparador en Canillas y volver a casa. En el carril desde Puerto Blanquillo a Canillas ahora queda a nuestra derecha la Cueva del Agua, que podremos ver abajo en el fondo de una pared rocosa.


Esta entrada la podéis descargar completa (en formato pdf) con las fotos incrustadas en este enlace.

Peñón de los Enamorados (circular)

PLATAFORMA DE PUERTO SAUCILLO AL PEÑÓN DE LOS ENAMORADOS (Circular)


Este itinerario, un clásico de las Sierra de las Nieves, destaca por su alto valor paisajístico y ecológico pues atravesamos zonas de un gran interés natural. Una galería de fotos de la ruta podéis ver y descargar aquí. El itinerario completo (con datos GPS de localización y perfil topográfico) podéis verlo y descargarlo aquí.


ACCESO: Se accede desde Yunquera por el carril que parte de la torre vigía de la localidad y se adentra en el Parque Natural. Este carril es de tierra o asfalto en algún tramo y es perfecto para transitar por él en bicicleta o vehículo normal. Ascendiendo por él llegaremos en 4,5 km a una cancela metálica que se suele cerrar en los meses de verano. Caso de encontrarla cerrada hay que dejar ahí los vehículos (el carril es estrecho para dejar varios vehículos aunque un poco antes de llegar a la cancela hay un ensanchamiento donde caben 4-5 vehículos).

ITINERARIO: Nuestro itinerario a pie empieza en la cancela (hito 1, 965 m, N36 43.356 W4 57.491966). Seguiremos ascendiendo por el carril hasta que un poco más adelante encontraremos una bifurcación (hito 2, 1060 m, N36 43.370 W4 57.635). Nosotros seguimos a la derecha en dirección a la plataforma o mirador del Puerto Saucillo. El carril de la izquierda llevaría a otra plataforma o mirador, el de Luis Ceballos llamado también mirador del Caucón, y posteriormente al Tajo La Caína.

En este tramo de pista encontramos ya los primeros pinsapos (Abies pinsapo Boiss.), bastante bien conservados. A pesar de que esta ruta la hemos realizado a finales de septiembre, los pinsapos están en plena floración, con las flores masculinas de color rojizo oscuro en la parte baja del árbol (lo normal es que estas inflorescencias aparezcan en primavera) y las femeninas, enhiestas, de color beige o marrón claro, en la parte superior. Éstas perduran todo el año aunque pierden las escamas y semillas y miden entre 10-15 cm. Las masculinas son más pequeñas pues alcanzan raramente los 10 mm.

 

La pista serpentea mientras sigue ascendiendo hacia el mirador de Puerto Saucillo (hito 3, 1200 m; 1, 7 km desde la cancela de inicio; N36 43.317 W4 57.908). Desde aquí la panorámica es magnífica y merece la pena parar un rato a observar. Nos fijaremos también en los carteles y postes indicadores para no confundir el itinerario.


Si nos ponemos de espaldas al mirador veremos dos caminos. Nosotros tomaremos la senda que sale a nuestra izquierda que asciende un poco. La senda que sale a la derecha descendiendo levemente será nuestro camino de vuelta y llevaría a la cañada de Bellina. Así pues tomamos la de la izquierda que está indicada como PR-A 351 Puerto Saucillo-Torrecilla (nombrada en los mapas como Camino de la Sierra de las Nieves) y en unos 200 m pasaremos cerca de una cueva (hito 4, 1222 m; N36 43.270 W4 58.009) que queda a nuestra izquierda un poco escondida por el denso pinsapar que nos da una sombra muy de agradecer en días calurosos.


Seguiremos por la senda atravesando el bonito bosque de pinsapos, pinos silvestres y pinos negros, siguiendo el cauce del arroyo Saucillo, hasta llegar a un cartel que nos señala un antiguo pozo de nieve (Pozo de Nieve de Yunquera) que queda a la izquierda del camino (hito 5, 1265 m; 2,8 km desde el inicio; N36 43.090 W4 58.271). Este tramo de la ruta tiene vistas magníficas al pinsapar que cubre la ladera de la derecha según el sentido de nuestra marcha.


Medio kilómetro más adelante llegaremos a un pilón llamado fuente de la Perdiz (seco salvo en época de lluvias). El bosque va clareando un poco y a medida que ascendemos nos vamos acercando a un mirador desde donde se aprecia una bonita vista de los picos de los alrededores, destacando especialmente las sierras Prieta y Cabrilla, dos moles calizas. Hay pequeñas sendas que salen de la senda principal y las desecharemos continuando la que traíamos que va bordeando el cerro del Picacho (que queda a nuestra izquierda). En el mirador (hito 6; 1425 m; 3,7 km desde el inicio; N36 42.728 W4 58.838), que en realidad es una pequeña explanada, podremos descansar un rato mientras disfrutamos del paisaje. Cerca podemos ver un magnífico ejemplar de pinsapo.


La senda sigue en dirección oeste y posteriormente cambia al sur para continuar hacia el noroeste mientras asciende hacia el Puerto del Cuco bordeando la Peña del Cuco.  En menos de un km desde el mirador anterior hemos llegado al puerto donde hay una atalaya magnífica para volver a recrearse con el paisaje (hito 7; 1575 m; 4,5 km desde el inicio; N36 42.775 W4 59.173).


Llegando al puerto empiezan a escasear los pinsapos que van siendo sustituidos por vegetación almohadillada, adaptada al viento y a las bajas temperaturas.


Seguimos la senda, que sigue en dirección oeste bordeando el Cerro del Cuco quedando éste a nuestra izquierda, hasta llegar a una zona de repoblación de quejigos y pinsapos en la zona conocida como Los Ventisqueros (hito 8; 1675 m; 5,5 km desde el inicio; N36 42.557 W4 59.801). Esta área está totalmente desprovista de vegetación arbórea.



La senda continúa variando un poco al suroeste. Debemos seguir de frente sin hacer caso de los caminos que vemos a los lados del principal, algunos muy poco marcados. Ya estamos viendo los farallones calizos del Peñón de los Enamorados. Sólo nos resta seguir la senda hasta la base del promontorio rocoso e intentar el ascenso al pico por la parte sur que parece la más asequible. Desde la cumbre del Peñón de los Enamorados (hito 9; 1775 m; 7,4 km desde el inicio; N36 42.309 W5 00.298) podréis ver la casi totalidad de las sierras de la provincia de Málaga (Cabrilla, Alcaparaín, Huma, Torcal, Chamizo, Tejeda y Almijara…) e incluso Sierra Nevada, el Peñón de Gibraltar y el Estrecho.


Decidimos descansar un rato al pie del Peñón (hito 10; 1720 m; 7,7 km desde el inicio; N36 42.223 W5 00.370) y recuperar fuerzas con unos exquisitos bocadillos. La zona es ideal para descansar un rato mientras admiramos el paisaje de alrededor con el pico Torrecilla casi a nuestro alcance (es un decir) y rodeados de pequeñas manchas de quejigos de buen porte y de diversa vegetación de altitud.


Si continuásemos el carril que traíamos hasta ahora seguiríamos hacia el pico Torrecilla pero nuestro objetivo es hacer una ruta circular y volver al Puerto Saucillo y posteriormente a los vehículos. Así pues desandamos unos pocos centenares de metros hasta la cota 1700, en la zona de repoblación, y veremos una senda poco marcada, ahora a nuestra izquierda, pero que no tiene pérdida pues observaremos un ejemplar de pinsapo solitario abajo en una vaguada hacia la que se encamina la senda. Nos saldremos pues del camino principal y tomaremos esa senda hacia el pinsapo solitario que se denomina Pinsapo de la Laguna o de la Gotera (hito 11, 9,2 km desde el inicio; 1663 m; N36 42.645 W5 00.143).


No es un árbol muy espectacular pero destaca por su soledad en una zona que se encharcará con frecuencia en época de lluvias (probablemente este pinsapo reciba ese nombre por tal hecho). La escasa vegetación de la zona es almohadillada.
La senda se vuelve pedregosa y es más dificultoso andar. Avanzamos continuando el descenso y la senda, poco marcada en algunos tramos, está resbaladiza por los trozos de roca sueltos. Hay que bajar con cuidado. Pronto llegamos al puerto de los Hornillos, con magníficas vistas.


Ahora la senda gira bruscamente hacia el sur y en pocos metros vuelve a tomar dirección noreste adentrándose en la espectacular Cañada de la Cuesta de los Hornillos, siguiendo el cauce del arroyo dejando a nuestra izquierda la Loma de la Chaparrera. Este es uno de los tramos más bonitos de toda la ruta. Disfrutadlo.


Cruzaremos el arroyo en más de una ocasión por lo que esta parte del itinerario será dificultoso hacerla cuando llueva. Llega un momento en que el arroyo toma dirección norte mientras que la senda se separa de él y va tomando dirección este hasta llegar a un pequeño bosque de nogales (hito 12, 1340 m; 12,6 km desde el inicio; N36 43.332 W4 58.633). Seguimos unos pocos metros más hasta un cruce de sendas. Nosotros hemos tomado la de la derecha, hacia el sur, señalada con flecha blanca, pero por la de la izquierda (más corta) se llega también al carril del Puerto de Bellina. Siguiendo por nuestra senda de la derecha pronto llegamos al cruce de senderos indicado como sendero de Puerto Bellina-Puerto Saucillo (hito 13, 1360 m; 13 km desde el inicio; N36 43.172 W4 58.672). Si siguiésemos de frente llegaríamos al carril que ascendíamos esta mañana mientras rodeábamos El Picacho acercándonos al mirador (hito 6), pero nosotros buscamos el mirador del Puerto del Saucillo por lo que seguimos a la izquierda (bien indicado) adentrándonos en un estupendo bosque de pinsapos hasta dar con un ejemplar magnífico, el pinsapo del Candelabro, llamado así por la disposición de sus ramas (hito 14, 1210 m; 14,2 km desde el inicio; N36 43.461 W4 58.107).


Solo nos queda continuar la senda hasta el mirador del Puerto Saucillo donde descansamos un rato y nos deleitamos de nuevo con el paisaje, ahora con diferente luz solar. Ya solo nos queda bajar por la pista asfaltada hasta los coches completando una ruta realmente magnífica y muy recomendable. Hemos hecho casi 17 km. Si la cancela no estuviese cerrada a los vehículos (lo cual sucede a partir del 31 de octubre según las últimas noticias de que disponemos) ahorraríamos 3,4 km entre ida y vuelta pues los coches pueden subir hasta el mirador del Puerto del Saucillo.

La tarde la terminamos en Yunquera frente a unos cafés, refrescos ¡y deliciosos pasteles!





















Rutas por Islandia

 En este enlace podéis encontrar todas las rutas que hice por Islandia en mi expediciòn del año 2013, con los correspondientes mapas y datos GPS de localización. Además podréis ver un cuaderno del viaje.

Por el río del Padrón (Sierra Bermeja, Estepona)

Se trata de una ruta acuático-terrestre que atraviesa una de las rutas de mayor interés natural de la provincia de Málaga. Aunque parte de la zona está fuertemente humanizada (huertos, cultivos…) hay un área prácticamente inexplorada de bosque mediterráneo que rodea la cuenca alta de este río que nace en la Sierra Bermeja, macizo formado mayormente por rocas peridotíticas, lo que le da un inconfundible color rojizo. Está situado al suroeste de la provincia de Málaga.


ACCESOS

Se accede por la autovía A-7. Antes de llegar a Estepona, pasado el km 160, hay una salida que indica hacia la “Escuela Ecuestre de la Costa del Sol”. Esta salida desemboca en el Camino de Montesol, paralelo al río, quedando éste a la izquierda. Hay que seguir por el Camino de Montesol, asfaltado, durante 2,8 km, pasando por delante de una cementera, una pequeña rotonda, Garden Center y por debajo del viaducto de la autopista de peaje. A los 2,8 km encontraremos un arco de piedra con la leyenda “Forest Hills”. En este punto tomaremos el carril asfaltado que sale hacia la izquierda. En realidad hay dos carriles a la izquierda del arco pero uno de ellos tiene la señal de dirección prohibida, así que no habrá confusión.
Este nuevo carril se estrecha en algunos tramos y tiene bastantes curvas. Hay que ir con cuidado. Nos vamos introduciendo en una zona de huertos mezclados con bosque mediterráneo. Dejaremos atrás todos los cruces a derecha o izquierda. Al cabo de 3,5 km desde Forest Hills se acaba el carril asfaltado y hay una bifurcación de senderos de tierra (se reconoce fácilmente pues en medio hay un algarrobo). El sendero de la derecha (con una señal de prohibido el paso a vehículos no autorizados) es el que nos lleva hasta el estacionamiento de los vehículos (unas decenas de metros más adelante) y el de la izquierda baja hasta el río pudiéndose iniciar la ruta acuática por aquí, pero nosotros hemos decidido andar un poco por el bosque siguiendo el sendero de la derecha y más adelante bajaremos al río para seguir el tramo acuático.

ENLACES


DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO

Tal como hemos dicho en “accesos” tendremos los vehículos aparcados en la zona de estacionamiento que hay al comienzo del sendero de tierra que sale a la derecha desde el final del carril asfaltado (el final de este carril lo hemos señalado en el perfil como hito 6 pues lo marcamos en el GPS a la vuelta). La zona de estacionamiento (hito 1, 120 m de altitud), que parece una antigua cantera, está un poco escondida y no se ve desde el principio del sendero. Pero basta avanzar unos 50-100 m por él y la veremos a la derecha tras una curva. Comenzamos a andar por el sendero de tierra que empieza a ascender por entre un precioso bosque mediterráneo. Pronto llegaremos a una loma desde donde se ve muy bien el valle del río del Padrón y Sierra Bermeja con su inconfundible color rojizo debido a las peridotitas.




Ahora el carril de tierra comienza a descender poco a poco atravesando una zona de quejigos, robles melojos, algarrobos y matorral mediterráneo. Llegaremos así al cauce del río a la altura de un puente de ojos hechos a base de tuberías (hito 2, 188 m, 1,3 km desde el estacionamiento). Aquí no hay más remedio que cambiar de calzado y ropa pues el resto del recorrido transcurrirá por el cauce del río. Hay que tener especial cuidado en los resbalones pues las rocas del lecho son bastante resbaladizas. Así iremos avanzando hasta que el cuerpo aguante encontrándonos unas cuantas pozas a lo largo del camino que harán las delicias de los amantes del agua y del baño. En el track de esta ruta hemos señalado tres pozas (hitos 3, 4 y 5) que nos parecieron las más bonitas y adecuadas para el baño. Hay más pozas y podríamos continuar río arriba bastante más tramo del que hemos recorrido. Eso lo dejamos ya para otra ocasión pues queríamos volver con tiempo de darnos un baño en la playa de El Padrón, muy cerca de la salida 160 de la autovía A-7.




La vuelta se hace por el mismo camino pero ya cerca del puente hay un camino de tierra alternativo que está bastante tapado por la vegetación por lo que es difícil de ver (está señalado en el perfil topográfico del recorrido pues una parte de nuestro grupo hizo la vuelta por él). Esta alternativa es aconsejable si ya estáis cansados de andar por el lecho del río. Al final llegamos de nuevo al estacionamiento y a la bifurcación de senderos al final del carril asfaltado (principio en este caso, pues desde aquí iniciamos la vuelta en los coches) (hito 6, 150 m, 4 km del comienzo).



Sierra de Ortegícar


Sierra de Ortegícar (o Sierra de las Utreras)

Se trata de una de las sierras más desconocidas de la provincia de Málaga. Efectivamente, no hay siquiera senderos que la recorran, excepto una pista de tierra que la bordea por su cara sureste y que parte del cortijo Los Rompedizos. Se trata de una ruta muy bonita por sus espectaculares paisajes pero de dificultad moderada pues hay que andar sobre terreno calizo muy erosionado, con profundas grietas y huecos, además de unos impresionantes tajos en una parte del recorrido (Tajos del Escribano). Nada aconsejable si el tiempo está húmedo o lluvioso por lo resbaladizo del terreno.
Galería de fotos del itinerario y Perfil del recorrido (con datos GPS de localización y tracks).

En la figura siguiente podéis ver el mapa topográfico de la zona (Hoja 15-43, 1037 “Teba” del SGE). Está indicada como Sierra de las Utreras, nombre con la que también se la conoce.



ACCESO (Hasta el cortijo Los Rompedizos): Se puede acceder por la localidad de Serrato, tomando la carretera MA-5400 en dirección a El Burgo. En pocos kilómetros veremos que hay un carril a la izquierda que es la Cañada Real de Cuevas a Serrato y Málaga (hay un poste indicativo de sendero GR un poco escondido). Entramos en el carril que pronto empieza a descender hasta cruzar dos arroyos, el Arroyo del Cerezo o del Alforzo, y el Arroyo del Tajo del Escribano. A este nivel dejamos a nuestra derecha la Cañada Real y seguimos por nuestra izquierda la pista que traíamos y que ahora asciende un poco hasta llegar a un cruce de pistas. La de la derecha bordea la sierra por su cara sur y la del frente nos lleva al cortijo Los Rompedizos.



Nosotros seguimos la del frente para llenar agua en la fuente del cortijo citado. Aquí en el cortijo parte una pista a la derecha que será la que tomaremos para ascender a la sierra (un poco más arriba se unirá con la pista que hemos dejado en el cruce citado anteriormente). Desde aquí podemos ver perfectamente la localidad de Serrato y una amplia panorámica de las sierras que circundan la zona.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA: Ponemos el GPS a cero e iniciamos la ruta (aún en los vehículos): Hito 1 Cortijo Los Rompedizos (576 m). Se podría continuar a pie pero la subida es constante y hace calor. Además los vehículos pueden circular bien por esta pista y podremos dejarlos más arriba. 




Así pues continuamos con los vehículos subiendo la pista hasta un cruce donde dejamos a la derecha el cortijo Nogalejo: Hito 2 Cruce al cortijo Nogalejo (800 m, 2,5 km desde el inicio). Nosotros tomamos la pista a la izquierda y a unas decenas de metros veremos a la izquierda de la pista una pequeña cantera que más bien parece un aparcamiento hecho a propósito para dejar los coches (unos cien metros más adelante hay otro, más amplio, por si lleváis varios vehículos). Aquí dejamos los coches e iniciamos la subida a las 11,30 h (hito 3: aparcamiento de coches e inicio de la subida al Cerro Ortegícar; 807 m; 2,7 km desde el inicio).





Ahora viene una de las partes del recorrido más dificultosas: ¿Por dónde ascendemos? Esta parte de la sierra está poco transitada y no hay senderos ni pistas que nos señalen el camino. Nosotros aconsejamos subir por una empinada vaguada que se distingue del terreno circundante por la escasa vegetación que posee, lo que le da un color verdoso que destaca entre el gris de las calizas. Si nos ponemos al lado de los coches, mirando hacia arriba, la vaguada queda justo enfrente del aparcamiento (la señalo en la foto de más abajo). Hay dos grandes palmitos que marcan los bordes de la vaguada, aunque esto puede variar con el tiempo, evidentemente.




La subida es pronunciada y discurre por calizas con grietas y salientes que hacen que tengamos que ir con cuidado. Es mejor ir poco a poco y tomar aire de vez en cuando. Mirar los paisajes que tenemos a nuestras espaldas nos ayuda a hacer más llevadera la subida. Cuando creemos que hemos llegado arriba vemos que aún falta un trecho para coronar el Cerro Ortegícar (fácilmente reconocible porque tiene en lo alto el monolito que marca el vértice geodésico). Esta última parte de la subida es menos pronunciada pero las rocas son más grandes y planas por lo que hay peligro de resbalarse. Al fin llegamos al pico (se puede coronar por ambos lados) que está sobre varias rocas amontonadas: Hito 4 Pico Ortegícar; 963 m; 3,1 km desde el inicio.

Ni que decir tiene que desde aquí el paisaje es grandioso y más en un día tan claro como el que nos ha tocado hoy. Al sureste vemos la imponente sierra de Alcaparaín. Más al este, Ardales y los embalses de Gualdalteba y Guadalhorce bajo la sierra de Peñarrubia. Al norte, el pueblo de Teba y su castillo de la Estrella, entre los cerros de La Camorra y San Cristóbal. Al noroeste, la Sierra de Cañete con la población de Cañete la Real y más allá Sierra Blanquilla. Al suroeste Cuevas del Becerro y varias sierras de la Serranía de Ronda… Aquí os podéis quedar un buen rato pues el sitio lo merece.








 Desde lo alto ya vemos que la sierra de Ortegícar es una sierra amesetada con varios cerros y canchos y un lapiaz muy extenso y desarrollado. Aunque sea llana se hace muy dificultoso andar por este terreno porque las calizas se encuentran en un grado de erosión que ha originado grandes grietas y huecos en el suelo. Si además unimos que la vegetación está en su más alto grado de desarrollo (primavera) y que a estas altitudes abundan los cardos y otras plantas con bastantes espinas en sus tallos y hojas, comprenderéis que es difícil avanzar por el terreno. Pero por lo que estamos viendo hasta ahora merece la pena el esfuerzo.



Bajamos del Cerro Ortegícar tomando dirección oeste acercándonos poco a poco hasta el Cerro del Escribano. Esta parte del recorrido es espectacular pues, acercándonos al borde de la sierra, podremos admirar los increíbles Tajos del Escribano (hitos 5, 6 y 8) y las maravillosas vistas que se nos ofrecen. Entre los hitos 6 y 8 podemos subir al propio Cerro del Escribano (hito 7, 954 m, 4 km desde el inicio). Seguimos bordeando los tajos un buen rato, siempre con mucho cuidado, asombrándonos con las especies de flora que crecen en los recovecos más insospechados (ver galería de fotos). En una de estas mesetas hemos hecho un alto en el camino para comer antes de iniciar la vuelta. No obstante, después de acercarnos a otro tajo (hito 8), aún hemos tenido ganas de subir a otro cerro que tenemos al oeste de la ruta (hito 9; 936 m; 4,3 km desde el inicio).






Ya sólo resta volver al punto donde dejamos los vehículos. Desde el último cerro oteamos un poco el terreno para ver por donde es más factible andar. No es difícil orientarse pues allá a lo lejos ya vemos el pico Ortegícar que nos marca por donde tenemos que bajar. Vamos acortando camino por la pedregosa meseta hasta que, a la altura del cerro Ortegícar, iniciamos el descenso por la misma vaguada por la que subimos. La bajada es más dura que la subida y hay que tener mucho cuidado en no resbalar. Llegamos al fin a los coches a las 15 horas con la satisfacción que da el haber terminado bien una ruta tan bonita y haber puesto en funcionamiento cada uno de los miles de músculos, huesos y articulaciones que tenemos en nuestro cuerpo.






Y por si no hubiéramos tenido bastante, ahora nos vamos en dirección a Serrato, a intentar ver la zona donde emerge su famoso acuífero. Allí nos encaminamos y llegando al acuífero (perfectamente señalizado al llegar al pueblo) aún nos queda por ver otra grata sorpresa, las decenas de abejarucos (Merops apiaster) que entran y salen de sus nidos (construidos en los terraplenes) y revolotean a nuestro alrededor buscando sus insectos preferidos y enseñando su espectacular colorido.





Este día fenomenal lo terminamos en la conocida Venta El Cordobés, en el cruce de la A-367 y la carretera de Teba, dando buena cuenta de unos cafés y exquisitos pasteles (para recuperar fuerzas). Lo teníamos merecido.